Dictadura de Paraguay
DICTADOR:
Alfredo
Stroessner Matiauda (Encarnación, 3 de noviembre de 1912 - Brasilia, 16 de agosto de 2006) fue un militar, político y dictador paraguayo. Fue presidente de la República del Paraguay (entre 1954 y 1989), donde ejerció una dictadura que duró 35 años.
Primeros
años[
Su
padre, Hugo Stroessner, era un inmigrante alemán natural de Hof (Baviera),
llegado a Paraguay hacia 1895 y que trabajaba en una cervecería. Su madre,
Heriberta Matiauda, creció en una familia paraguaya de clase alta de
ascendencia española criolla. A la edad de 17 años, su tío Vicente Matiauda lo
ayudó a ingresar en el Ejército, donde llegó al grado de teniente dos años
después. Participó en la Guerra del Chaco (1932-1935) contra Bolivia. En 1948
―a los 36 años de edad― alcanzó el rango de general de brigada, con lo cual se
convirtió en el general más joven de Sudamérica. En 1951, decidió afiliarse en
el Partido Colorado y fue nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
CARACTERISTICAS:
Stroessner
sirvió en el ejército paraguayo. En 1947, participó en la Revolución de los
Pynandí (‘pies descalzos’ o ‘pobres’), una guerra civil en la cual la clase
obrera de Asunción fue masacrada, poniendo fin al gobierno liberal y colocando
al Partido Colorado militar en el poder. En 1954 fue ascendido a general de
división, y en mayo del mismo año, encabezó un golpe de Estado, por el cual
derrocó al presidente Federico Chaves, de su mismo partido. La Junta de
Gobierno del Partido Colorado lo eligió candidato a presidente.
El
11 de julio de 1954, fue elegido presidente sin oposición y, el 15 de agosto, asumió
la presidencia del Paraguay. Fue reelecto en ocho legislaturas, en las que
también participaron candidatos del Partido Liberal, Partido Liberal Radical y
el Partido Revolucionario Febrerista:1
Dictadura
(1954-1989)[
Ya
en el poder, con el propósito de poner fín a 50 años de anarquía, Stroessner
suprimió inmediatamente las garantías constitucionales, mantuvo bajo control
las actividades de los partidos políticos y ejerció una dura represión. Gobernó
con el apoyo del Ejército y del Partido Colorado. En este último llevó a cabo
una serie de purgas que le facilitaron su control, con el objetivo de
mantenerse en el poder. El partido gubernamental se convirtió igualmente en un
entramado dedicado al reparto de favores. La corrupción se extendió de esta manera
en lo que se recuerda como «la trilogía»: Gobierno-partido-fuerzas armadas.
Su
régimen fue anticomunista y favoreció los intereses estadounidenses; sin
embargo, las fuerzas del Ejército Revolucionario del Pueblo argentinas se
infiltraron en el país y Stroessner a través de duras intervenciones eliminó
todo intento de subversión. Sin embargo el asesinato del exdictador
nicaragüense Anastasio Somoza Debayle, a quien Stroessner dio refugio, hizo
tambalear la frágil seguridad en la que vivía el Paraguay, al demostrarse que
el hombre fuerte de Iberoamérica en realidad no era tal. Para justificar la
acción de los mediocres equipos de seguridad, se acusó falsamente a un
periodista chileno de haber asesinado al exdictador nicaragüense; este
periodista chileno pasó varios años en la cárcel injustamente y solo fue
liberado por la presión del gobierno chileno de la época, el cual colaboró
luego de este incidente en la profesionalización de las tareas de inteligencia
y seguridad. Su amistad con los Estados Unidos continuó durante muchos años,
hasta que el gobierno de Ronald Reagan comenzó a boicotear al régimen y al
país, debido al fin de la Guerra Fría, época en que la política estadounidense
sostenía dictaduras militares anticomunistas en Iberoamérica; sin embargo, Paraguay
siguió recibiendo dinero de ese país, lo que aumentó la ya abultada deuda
externa.
Si
bien Stroessner era un líder muy enérgico y autoritario, al pasar los años, fue
más tolerante de los partidos de oposición, como el Partido Liberal Radical
Auténtico. Con todo, durante su régimen fueron asesinadas entre 3000 y 4000
personas, debido a sus tácticas de mano dura contra la disidencia, en especial,
los comunistas; para ello, empleó la tortura, el secuestro, los asesinatos
políticos y el crecimiento de la corrupción.
En
el aspecto religioso, y a pesar de ser conservador, Stroessner no tuvo buenas
relaciones con la Iglesia católica y es responsable de varias acciones en
contra de ella. Destacan los conflictos de 1967, 1969 y 1988.
El
25 de agosto de 1967, Stroessner diseñó una nueva Constitución, que permitía
una sola reelección para el presidente, aplicable recién desde ese mismo año;
pero, en 1977, la modificó para reelegirse indefinidamente.
Política
exterior
En
el ámbito exterior, Stroessner en 1960 rompió relaciones con el régimen de
Fidel Castro, que había consumado el año anterior la Revolución cubana. Realizó
varias visitas de Estado, incluyendo al emperador de Japón, a los presidentes
estadounidense Lyndon Johnson, francés Charles de Gaulle, varias visitas a la
República Federal Alemana, ya que era conocido como pro-alemán, aunque las
relaciones con aquel país se fueron deteriorando con los años. De igual manera,
fue el primer mandatario extranjero en visitar Chile tras el golpe militar del
general Augusto Pinochet en 1973; de esta manera, legitimó su dictadura y se
convirtió en su amigo personal.
Stroessner
mostró una gran simpatía por los nazis, a varios de los cuales garantizó asilo
político en el Paraguay, después de haber sido derrotados en la Segunda Guerra
Mundial: el más destacado de ellos fue el doctor Josef Mengele. Debido a esta
política, fue duramente criticado por los medios de comunicación
internacionales. Además, permitió la entrada de dictadores derrocados de otros
países, como el ya citado Anastasio Somoza Debayle. El mortal atentado contra
Somoza, ocurrido en Paraguay, llevó a Stroessner a cometer todo tipo de
atropellos en busca de posibles culpables, como es el caso del periodista
chileno Rafael Mella Latorre. Su régimen también es señalado como responsable
de políticas genocidas contra los indígenas aché. Asimismo, permitió el
asentamiento de grupos evangelistas estadounidenses, como Las Nuevas Tribus.
Cuando
Stroessner llegó al poder, se encontró con una gran crisis social y económica.
Su reto como nuevo mandatario fue sanear la economía, pero sin implantar
medidas de liberalización. El crecimiento empezó a tomar efecto a finales de
los años cincuenta. Durante los años sesenta, la economía mostró un crecimiento
positivo y llegó a crecer un promedio de 4.2 % del PIB. El crecimiento moderado
continuó hasta la mitad de los años setenta: desde 1976-81, ocurrió un boom en
la economía debido a la construcción de la Represa de Itaipú, que permitió un
crecimiento de un 11 % del PBI, al mismo tiempo que aumentaba rampantemente la
corrupción y el contrabando.
Stroessner
firmó un tratado con Argentina, Brasil, y Uruguay para permitirle a Paraguay
exportar sus productos; este tratado pasó a llamarse Tratado del Río de la
Plata. A partir de 1982, la economía empezó a deteriorarse debido a que el país
iba quedando cada vez más al margen de la comunidad internacional por los
abusos en los derechos humanos. El crecimiento se niveló a partir de 1986 y la
economía creció entre el 3 y el 4 % del PIB.
Era
respetado por su disciplina financiera de renegociar los préstamos que le garantizaba
el Banco Mundial, lo que le permitió mantener una moneda estable.
En
concordancia con la política económica del carácter del general Stroesner, los
servicios de la CIA fueron declarados de gran importancia para garantizar la
inversión desarrollista del Banco Mundial. El 23 de mayo de 1969, un grupo de
agentes de la CIA fue admitido en el Paraguay bajo la licencia del mismo
organismo desarrollista. Algunos de sus efectivos fueron asignados a acciones
políticas para diversificar la base social del partido y, en consecuencia,
varios nacionales fueron desaparecidos después de haber sido arrestados bajo
cargos de incitación revolucionaria con el apoyo de un simbólico «partido
comunista».
En
los años sesenta y setenta en América del Sur, Alfredo Stroessner en conjunto
con inversionistas realizó diversas obras de infraestructuras, como la
construcción de la Represa de Itaipú, aunque con capital casi íntegramente
brasileño (fue entonces la mayor del mundo), con la cual pudo paliar la
economía paraguaya. Asimismo, se construyeron obras de infraestructura, que
mejoraron el sistema de carreteras, como la Transchaco. Stroessner apoyó un
plan de entrega de 20 hectáreas de tierras arables a un precio normal para cada
soldado que concluyera el servicio militar, a fin de que las usasen para
beneficios agrícolas, con un total de cerca de 10.000 soldados favorecidos.
También destacan otras obras públicas, como carreteras, escuelas,
universidades, edificios, puentes, hospitales, aldeas, pueblos y ciudades, como
Puerto Flor de Lis (en 1957), después llamada Puerto Presidente Stroessner, y
renombrada Ciudad del Este en 1989. Cuando realizaba las campañas electorales
para ser reelegido, usaba el eslogan «Paz, trabajo, y bienestar con Stroessner»
y cada obra que realizaba llevaba su nombre.
FIN DE LA DICTADURA:
Derrocamiento,
exilio y muerte
Sello
con la imagen de Stroessner (Scott n.º 1452), de 18,5 guaraníes.
Durante
los años ochenta, Brasil y Argentina regresaron a la democracia y el pueblo
paraguayo aprovechó ese clima político para salir a las calles a manifestarse.
Tales manifestaciones fueron lideradas por el Acuerdo Nacional (PLRA,
Febrerista) y los sindicatos, pero fueron reprimidas violentamente, a pesar de
ser pacíficas. Por ello, Stroessner fue abandonado por sus antiguos aliados, como
Estados Unidos, y la economía empeoró. En 1987, se realizó la Convención del
Partido Colorado y la facción stronista de su partido pensaba escoger como
candidato a su hijo mayor, Gustavo Stroessner, debido a los rumores de que el
ya anciano dictador padecía una enfermedad, pero lo escogieron a él. En las
elecciones fraudulentas de 1988 obtuvo el 88,8 % de los votos. Ese mismo año
recibió en Paraguay al papa Juan Pablo II.
Debido
a lo brutal de su dictadura, la facción más tradicionalista de su partido, los
militares y en especial la Iglesia católica, empezaron a demostrar su malestar
hacia el régimen: en la madrugada del 3 de febrero de 1989, su consuegro y
hasta entonces mano derecha, el general Andrés Rodríguez Pedotti, con el
respaldo de Estados Unidos, encabezó un golpe de Estado. Fue aprendido por unos
días hasta que fue enviado al exilio a Brasilia, junto a su hija Graciela, su
hijo Gustavo y la esposa de este último María Eugenia Heikel.
En
1992, Martín Almada ―opositor a la dictadura― y el diario Noticias ―a través de
los periodistas Christian Torres, Zulia Giménez, Alberto Ledesma y José Gregor,
entre otros―, descubrieron los llamados «Archivos del Terror», unos documentos
que demostraban que Stroessner había participado en la Operación Cóndor, un
acuerdo militar anticomunista para la persecución de exiliados, con apoyo de
las dictaduras militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador y
Uruguay, que propició la tortura, secuestro y asesinato de miles de paraguayos
y ciudadanos de los países mencionados. A su vez, circularon rumores que
aseguraban que Stroessner padecía cáncer de piel. En 2004, su nieto fue
postulado para la presidencia del Partido Colorado por el departamento Alto
Paraná, debido a que el exdictador gozaba de una alta popularidad en aquel
departamento, pero fue derrotado en las urnas.
El
29 de julio de 2006, Stroessner fue operado de una hernia en el Hospital Santa
Lucía, de Brasilia, con resultados satisfactorios en los primeros días, pero
luego sufrió una complicación pulmonar que derivó en neumonía y lo mantuvo en
estado crítico hasta el 16 de agosto de 2006, cuando falleció.
Fue
sepultado el 17 de agosto de 2006 en el cementerio Campamento de la Paz de
Brasilia, en una ceremonia privada, a la cual solo asistieron sus familiares y
amigos cercanos. Se preveía trasladar sus restos a Paraguay a los pocos meses,
pero el gobierno paraguayo, presidido por el colorado Nicanor Duarte Frutos,
hizo saber que no recibiría con honores el cuerpo de Stroessner.